Bioestimulación tópica
La bioestimulación tópica consiste en la aplicación sobre la piel de una mascarilla compuesta por una base a la que se añaden un conjunto de productos que actúan sinérgicamente obteniendo una acción terapéutica específica y una intensa acción bioestimuladora y regeneradora.
Indicada en fotoenvejecimiento, acné, manchas, cuperosis. También mitiga con efectividad las diferentes imperfecciones que podemos encontrar en la piel, confiriendo un resultado más luminoso y terso.
En personas con cuperosis es fundamental evitar exponerse al sol sin protección. También debe evitarse el tabaco y el alcohol, y llevar una alimentación rica en antioxidantes y vitaminas.
Además, aunque las rojeces faciales son normales en algunos casos, sobre todo como consecuencia del frío en invierno, o del sol en verano. También, si se convierten en algo más o menos permanente y aumentan, provocando un efecto antiestético, puede hablarse de cuperosis.
El síntoma principal de la cuperosis es la aparición de pequeños capilares dilatados que, en el rostro, forman una especie de tela de araña con tonalidades rojizas, lo que se conoce como telangiectasia.
Es un procedimiento indoloro que no genera molestias. Asimismo, este tratamiento, se extiende sobre la piel limpia ( rostro, cuello, escote, manos) en textura de gel , se esperan unos 30 minutos a que los activos penetren y se retira como una mascarilla.
Tras el tratamiento de bioestimulación tópica
Tras el procedimiento se pueden realizar las actividades cotidianas de forma inmediata.
Pueden ser necesarias de 3 a 5 sesiones espaciadas de 2 a 3 semanas.
Los resultados obtenidos son mayor luminosidad, mejoría de la textura de la piel, atenuación de manchas y de rojeces, mejoría del acné, y un importante efecto flash lo que hace que el tratamiento esté indicado para preparar la piel antes de cualquier evento.