En vistas de que este accesorio pasa a formar parte de nuestro “outfit” en nuestro día a día(hasta que las autoridades sanitarias lo crean conveniente), queremos informaros sobre algunas de las repercusiones que tiene en nuestra piel.
Tranquilos/as, también explicaremos cómo evitar que estos efectos negativos repercutan mucho en el aspecto de nuestra piel.
La nueva normalidad, pero con mascarillas protectoras
Ésta nueva normalidad, que tanto ha sido mencionada por el gobierno, llegó, y para quedarse durante un tiempo totalmente desconocido. Algunos llegaremos a pasar cerca de 12 horas al día con la máscara protectora puesta, y esto conlleva ciertas consecuencias para nuestra piel.
Sí, vamos a pasar meses con la cara tapada, y el uso masivo de la mascarilla influenciará la calidad de nuestra piel. En primer lugar, al estar las mascarillas fabricadas de materiales sintéticos y con un acabado rugoso tirando a áspero, hace que nuestra piel puede llegar a irritarse al contacto prolongado.
Además, estos materiales sintéticos de las mascarillas, con el calor de la epidermis, pueden liberar formaldehído o dihidrocianobutano, culpables de que se cree una sensibilidad y tendencia a la irritación. Estos componentes, en contacto con la piel acalorada y húmeda, llegan a producir dermatitis. Una inflamación más o menos importante y duradera que produce molestias estéticas y picor. Pero si el contacto es reiterado, y muy permanente, puede llegar a complicarse con otras patologías dermatológicas.
La piel, bajo una constante humedad y calor, tiene tendencia a pequeñas infecciones de hongos y bacterias como la folliculitis. En cualquier caso, tenemos que proteger la piel de esa hostil combinación que supone el verano, unido al estrés, contacto con materiales químicos potencialmente irritantes, y una sobre carga de calor y humedad.
A todos estos efectos provocados por el contacto con la mascarilla, hay que añadir la situación mental que no ayuda: la pena, la ansiedad, la tristeza y la falta de ánimo dejan una huella marcada en la piel, pelo y uñas, activando determinados cuadros, como la perdida de pelo, las dermatitis y las foliculitis
¿Cómo evitar daños en la piel por las mascarillas protectoras?
Uno de los primeros pasos que aconsejan nuestros especialistas es que las personas mantengan su piel limpia, bien hidratada y que las cremas de barrera se apliquen al menos media hora antes de ponerse las máscaras.
Otra sugerencia es aliviar la presión de la máscara cada dos horas. Es decir, irse a algún lugar seguro que permita el distanciamiento con el resto de personas y, quitarse la mascarilla durante unos minutos y aprovechar para limpiar la piel de toda la zona facial.
También es recomendable tener en cuenta el tipo de máscara. Es mucho mejor evitar los materiales sintéticos y elegir mascarillas de algodón. (En el caso de que se trate de una mascarilla de tela). El problema es que estas filtran menos los gérmenes, por lo que sería necesario que incluyan un filtro extra además de la tela.
Además, se puede tratar de un momento perfecto para darle un respiro del maquillaje a tu piel, permitiéndole respirar. No es mala idea aparcar durante un tiempo la base del maquillaje y centrarse en un look centrado únicamente en los ojos.
Un último paso que no puede faltar es el protector solar, no lo bajes de 50 SPF, aún llevando la mascarilla cada vez que salgas.
La importancia de la limpieza facial y los tratamientos
Haya o no haya pandemia, se tenga o no se tenga que llevar mascarilla, la limpieza facial es uno de los pasos imprescindibles para disfrutar de una piel saludable.
Y, por último, ¡los tratamientos faciales! Que no salgamos tanto de casa, y que cuando lo hagamos sea siempre con máscara, no significa que debas descuidar la salud de tu piel.