La blefaroplastia es una de las operaciones de cirugía estética más demandadas en la actualidad. Especialmente, en mujeres de unos 50 años de edad. La cirugía consiste en operar y rebajar los signos de edad presente en los párpados y las ojeras, ya que es uno de las zonas donde más se notan. Además, a partir de la pandemia, la blefaroplastia fue una de las intervenciones más demandadas, ya que el uso de la mascarilla centraba el foco de atención en los ojos.
La cirugía de párpados se conoce como una operación de rejuvenecimiento. La blefaroplastia corrige el exceso de grasa interna, así como el exceso de piel en los párpados, tanto superior como inferior. La cantidad de piel y grasa sobrante puede hacernos parecer mayores y más cansados, lo que la convierte en una de las intervenciones quirúrgicas más demandadas. Asimismo, el exceso de piel y la caída de ésta, puede llegar a provocar una falta de visión por parte de la paciente.
Sin embargo, la blefaroplastia no ayuda a corregir o a poner fin a las patas de gallo u otras arrugas que puedan existir en la piel, así como a la caída de cejas. Para poner fin a ello, habría que someterse a otro tipo de intervenciones o retoques.
Los párpados caídos, primeros signos de la edad
La zona del contorno de ojos, tanto párpados superiores como inferior, son una de las zonas en las que los signos de la edad son más visibles, ya que los ojos se encuentran rodeados de piel muy fina que provoca que se descuelgue de una manera más fácil y más reciente de lo que lo hace el resto de la piel. Aún así, los párpados caídos no es solo un signo de edad, sino que puede ser resultado de una predisposción genética, así como las ojeras lo pueden ser.
Esta predisposición genética puede llevar a personas de 30 a 35 años a querer someterse a esta intervención, pese a que el exceso de piel y los candidatos ideales para la blefaroplastia son personas que rondan entre los 45 y los 50 años, ya que son quienes más interesados están en levantar párpados caídos.
¿Qué es la blefaroplastia?
Se trata de una intervención quirúrgica que se realiza en un quirófano, dentro de una clínica o un hospital. Se realiza bajo anestesia local y sedación, y muy rara vez, bajo anestesia general. La operación tiene una duración media de entre una y dos horas, aunque se puede ver prolongada si se une a otros tratamientos u operaciones. Esta intervención busca acabar con el exceso de piel, grasa y músculo si hiciese falta, para despejar y rejuvenecer la mirada. La blefaroplastia suele estar muy ligada al lifting facial.
Si se van a tratar los cuatro párpados, generalmente se comienzan por lo superiores. Las incisiones realizadas durante la operación se buscan solucionar a través de cicatrices que coincidan con los pliegues naturales del párpado y bajo las pestañas en el párpado inferior, con suturas muy finas. Se trata de una intervención ambulatoria, por lo que no requiere hospitalización tras realizarse. Y, tras ella, el paciente tendrá que estar en observación durante una hora o dos horas tras la operación y después podrá volver a casa. En algunos casos, existe la blefaroplastia transconjuntival, que es parra pacientes en los que sólo hay exceso de grasa. La incisión de esta intervención es en el interior del párpado, sin dejar cicatriz visible.
Cómo prepararme para la intervención
Previo a la intervención, ha de acudir a una cita con el cirujano, para conocer el estado de salud previo, dar una serie de pautas y ver si existe alguna contraindicación. En el caso de la blefaroplastia, es necesario evaluar la visión, la producción de lágrimas, así como la elasticidad de los tejidos. Es necesario informar al cirujano si toma medicación, si fuma o si tiene alergia a algún medicamento, siendo como cualquier otra intervención quirúrgica. Con su cirujano hablará de todo el procedimiento a seguir, cómo se realizará y qué técnicas y tipo de anestesia se usarán durante la operación.
Además, se le dará una serie de instrucciones como los alimentos y bebidas a evitar, así como el tabaco, supresión de medicamentos, bebidas y el lavado de cara. Se recomienda no fumar durante una o dos semanas previas a la cirugía y por supuesto, que un familiar o amigo le acompañe a casa tras recibire el alta por el equipo médico.
Postoperatorio y vuelta a la normalidad
Una vez finalizada la cirugía, la cual no tiene una duración de más de dos horas, los ojos no se tapan y se les aplica una pomada para lubricarlos. Las heridas se cubren con esparadrapo, evitando el vendaje. La blefaroplastia causa hinchazón y molestias en los párpados, pero no se trata de un postoperatorio muy doloroso. Aún así, el cirujano prescribe medicación para evitar dolores e inflamaciones.
Tras la cirugía, deberá mantener la cabeza elevada a la hora de dormir, aplicar compresas frías para evitar la inflamación y hematomas. Además, deberá evitar actividades fuertes durante 3 semanas. Por otro lado, deberá mantener una limpieza exhaustiva de la zona, así como la aplicación de colirios para hidratar los ojos. Durante los primeros días tras la operación, padecerá de un lagrimeo excesivo, así como de hipersensibilidad a la luz, pero ambas patologías son muy comunes tras la cirugía párpados caídos. Se recomienda el uso de gafas de sol y cremas solares para la zona como medida a la hipersensibilidad.
Los puntos se retirarán entre los dos días y una semana después de la cirugía, ya que el cirujano seguirá la evolución tras, al menos, dos semanas. Los hematomas visibles tras la operación irán disminuyendo hasta desaparecer. Tras la blefaroplastia, leer o ver la televisión será posible en un par de días, pero se privaría el uso de las lentillas durante al menos dos semanas después.
La blefaroplastia es una de las cirugías más demandadas en hombres y en mujeres. Se trata de una solución permanente a la caída del párpado superior y párpado inferior, dando un resultado muy natural, revitalizando la mirada y dejando de lado los signos de edad. Si estás interesado en obtener más información de dicha intervención estética, no dudes en contactar con nosotros.
