Operaciones de nariz tipos
La cirugía nasal incluye diferentes operaciones de nariz, tipos que se realizan desde dentro o fuera de la misma. Existen tanto operaciones para mejorar la estética de este rasgo facial, como para mejorar su funcionalidad. Este tipo de intervenciones, sea cual sea, se han convertido en una de las técnicas en cirugía plástica y estética más demandadas actualmente. Para ejecutarla, es necesario contar con un equipo especializado en esta especialidad de cirugía. Solo así sabrás que estás en buenas manos y que los resultados obtenidos serán los que esperas.
Gracias a las operaciones de nariz tipos, el paciente en cuestión puede conseguir recomponer estéticamente su nariz o poder terminar con los problemas que le llevan causando estragos tanto tiempo. En Clínica Luanco, disponemos de un equipo de profesionales que podrán estudiar a la perfección cada caso en función de las necesidades que este disponga.
Ventajas de las operaciones de nariz: tipos
A veces el miedo al cambio, las inseguridades o la falta de información, pueden hacer que las operaciones de nariz se dejen pasar en el tiempo. Pero lo realmente importante es sentirse bien con uno mismo; estéticamente y en lo que a salud respecta, sobre todo. Quizás decidirse en el momento preciso, hará real y duradero ese cambio tan esperado.
Algunas de las ventajas que conlleva cirugía nasal son las siguientes:
Ayuda a mejorar la función respiratoria del paciente.
Puede corregir malformaciones congénitas o adquiridas con los años.
Favorece la visión estética del paciente. Puede llegar a cambiar el tamaño o la forma según las necesidades del mismo.
Operaciones de nariz: tipos que podrás encontrarte
Existen diferentes operaciones de nariz, tipos que analizaremos a continuación. Dependiendo del paciente en cuestión, la cirugía llevada a cabo será una u otra. Hay intervenciones que radican más en la vertiente estética y otra más en la funcional. Una dificultad respiratoria puede causar numerosos problemas en la salud de una persona, por lo que es necesario tomar las medidas adecuadas a tiempo. Las tres más frecuentes son las siguientes:
Septoplastia. En este caso, hablamos de una intervención quirúrgica que se destina a corregir la malformación del órgano o reconstruirlo. Tiene finalidad funcional.
Cirugía de cornetes. Ayuda a terminar o disminuir problemas como la sequedad de boca, los ronquidos, apnea del sueño, faringitis o incluso sinusitis.
Rinoplastia. Es una intervención que comprende aspectos estéticos y funcionales. Si quieres saber más sobre ella, no dejes de leer este post.
Rinoplastia, la más demandada en la cirugía nasal
En cirugía nasal, la rinoplastia es uno de los tipos de operaciones de nariz, que modifica la visión estética de la nariz conforme al resto de los elementos del rostro. Dependiendo de la finalidad, la rinoplastia puede ser estética o funcional.
En Clínica Luanco somos expertos y especialistas en este tipo de intervenciones. No se trata únicamente de una intervención estética, sino que además comprende mejoras de la función respiratoria. En algunas ocasiones, se realiza para mejorar ambos aspectos. El motivo por el que nuestros pacientes se deciden por la rinoplastia, es el ser conscientes de que la nariz es uno de los elementos más visibles de nuestro rostro, de manera que podemos verlo tanto de frente como de perfil. Son muchas las personas que quieren mejorar su expresión facial haciéndose una intervención de este tipo.
¿Qué hacer después de una operación de nariz?
Los cuidados recomendados tras someterse a las operaciones de nariz y sus tipos, son minuciosos ya que es un órgano altamente sensible y es necesario andar con cuidado. Los apósitos deben mantenerse limpios para evitar infecciones y se permite colocar frío en la zona para calmar la hinchazón.
El primer día tras la operación, es recomendable mantener la cabeza ligeramente elevada y en reposo para evitar presiones y reducir la inflamación. Estas son recomendaciones genéricas que deben ser consultadas con el experto que realice la operación y sea conocedor de las condiciones concretas de cada paciente. Cada persona se recupera de manera diferente por lo que el tiempo de recuperación y el proceso de curación varía según el paciente aunque el promedio es de dos a tres semanas.
Además de las recomendaciones anteriores, es importante no hacer ejercicio físico durante dos semanas, intentar no levantar objetos pesados y usar ropa que no tenga que pasar por la cabeza preferiblemente.